Publica hoy El País una noticia sobre el Informe elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF) denominado La economía española, su evolución y escenarios para la recuperación, sobre el que me gustaría hacer algunos comentarios. En primer lugar, el citado periódico habla de que ha sido elaborado por el cuerpo de élite del Ministerio de Hacienda. Pues bien, es cierto que el IEF tiene un servicio de estudios compuesto por profesionales de alto nivel, pero mucho me temo que no han sido incluidos en la elaboración de este Informe, que es responsabilidad exclusiva de su Director, que no presidente. Y este es un cargo de elección directa, donde la valía profesional cuenta menos que la fidelidad a los valores que defiende el Sr. Montoro –los defensores de la fe en sentido estricto-.
En segundo lugar, en Economía con las previsiones pasa lo mismo que en el fútbol con las opiniones: todo el mundo tiene unas, mejor o peor justificadas. Y estas son las opiniones formuladas a partir de unos escenarios que el Director del IEF y su equipo elaboran, pero que muy bien podrían ser otros, ya que la Economía no es Física, los individuos no son átomos y a medio y largo plazo puede ocurrir cualquier cosa. La situación de Ucrania, Fukusima o una evolución imprevista del caso Bárcenas pueden dar al traste con el escenario previsto y con esas prospecciones al futuro.
Tercero, la relación directa que el Informe establece entre la reforma laboral y la creación de empleo. Según el Director del IEF mientras que tradicionalmente la economía española necesitaba crecer por encima del 3% para crear empleo, ahora con tan solo un 1% de crecimiento del PIB crearíamos empleo neto gracias a esa reforma. Es una explicación bastante ad hoc y que, qué casualidad, se ajusta perfectamente a las medidas impulsadas por el gobierno. Pero yo tengo otra. Tiene que ver con la Economía del Comportamiento y la Teoría de Juegos, y se denomina el juego del ultimátum.
Les pongo en antecedentes sobre este juego. A un individuo se la da una cuantía, 10€, que tiene que repartir con otro individuo anónimo. El segundo puede aceptar o rechazar la oferta. Si la acepta se reparten el dinero según la propuesta del primer jugador; si la rechaza ninguno de los dos recibe nada. Pues bien, este tipo de juego se realiza muy habitualmente entre empresarios y trabajadores: los primeros ofrecen un salario que los trabajadores pueden aceptar o rechazar; si lo aceptan se produce y el PIB crece, si lo rechaza se mantiene el desempleo y el PIB no crece. Como comprenderán, la situación en la que se encuentra el jugador 2, los trabajadores, es crucial para que acepten o no las propuestas. Y con un 26% de paro, unos sindicatos inexistentes, unas perspectivas de perder su casa, no poder alimentar a sus hijos, etc. lo normal es que acepten cualquier oferta, por mínima que esta sea. Así, los salarios están cayendo, los beneficios de la banca creciendo, la clase media desapareciendo y la distancia entre los ricos y los pobres convirtiéndose en un foso. Y con esa situación se crea los trabajadores aceptan cualquier oferta y se crea empleo creciendo al 0,5 o al 1%. La pregunta relevante es qué tipo de empleo y con qué relaciones laborales.
Finalmente, los deseos piadosos. Dice el Informe que “…si se llevan a cabo las políticas de ajuste adecuadas y se consigue recuperar la confianza de los hogares mediante la generación de empleo, expectativas de crecimiento, una adecuación de la presión fiscal, todo basado en una mejora de la competitividad exterior, junto con una recuperación de la inversión es previsible esperar un crecimiento del PIB por encima del 2,0% a partir de 2016”. Y si mañana me levanto y he crecido 50 cm me voy a jugar con los Lakers.
Y una nota personal para el Director del IEF. Es práctica común entre los economistas y los investigadores hacer referencia a las fuentes de donde surgen las ideas que expresamos en los textos. Por eso de no atribuirnos lo que no nos corresponde. En ese sentido me extraña que cuando hace su propuesta de un Plan Marshall para Europa no haga referencia a dónde formuló esa idea por primera vez: el blog de la Economía según Sun Tzu en noviembre de 2011. Más que nada porque no era el único autor de ese post.
En segundo lugar, en Economía con las previsiones pasa lo mismo que en el fútbol con las opiniones: todo el mundo tiene unas, mejor o peor justificadas. Y estas son las opiniones formuladas a partir de unos escenarios que el Director del IEF y su equipo elaboran, pero que muy bien podrían ser otros, ya que la Economía no es Física, los individuos no son átomos y a medio y largo plazo puede ocurrir cualquier cosa. La situación de Ucrania, Fukusima o una evolución imprevista del caso Bárcenas pueden dar al traste con el escenario previsto y con esas prospecciones al futuro.
Tercero, la relación directa que el Informe establece entre la reforma laboral y la creación de empleo. Según el Director del IEF mientras que tradicionalmente la economía española necesitaba crecer por encima del 3% para crear empleo, ahora con tan solo un 1% de crecimiento del PIB crearíamos empleo neto gracias a esa reforma. Es una explicación bastante ad hoc y que, qué casualidad, se ajusta perfectamente a las medidas impulsadas por el gobierno. Pero yo tengo otra. Tiene que ver con la Economía del Comportamiento y la Teoría de Juegos, y se denomina el juego del ultimátum.
Les pongo en antecedentes sobre este juego. A un individuo se la da una cuantía, 10€, que tiene que repartir con otro individuo anónimo. El segundo puede aceptar o rechazar la oferta. Si la acepta se reparten el dinero según la propuesta del primer jugador; si la rechaza ninguno de los dos recibe nada. Pues bien, este tipo de juego se realiza muy habitualmente entre empresarios y trabajadores: los primeros ofrecen un salario que los trabajadores pueden aceptar o rechazar; si lo aceptan se produce y el PIB crece, si lo rechaza se mantiene el desempleo y el PIB no crece. Como comprenderán, la situación en la que se encuentra el jugador 2, los trabajadores, es crucial para que acepten o no las propuestas. Y con un 26% de paro, unos sindicatos inexistentes, unas perspectivas de perder su casa, no poder alimentar a sus hijos, etc. lo normal es que acepten cualquier oferta, por mínima que esta sea. Así, los salarios están cayendo, los beneficios de la banca creciendo, la clase media desapareciendo y la distancia entre los ricos y los pobres convirtiéndose en un foso. Y con esa situación se crea los trabajadores aceptan cualquier oferta y se crea empleo creciendo al 0,5 o al 1%. La pregunta relevante es qué tipo de empleo y con qué relaciones laborales.
Finalmente, los deseos piadosos. Dice el Informe que “…si se llevan a cabo las políticas de ajuste adecuadas y se consigue recuperar la confianza de los hogares mediante la generación de empleo, expectativas de crecimiento, una adecuación de la presión fiscal, todo basado en una mejora de la competitividad exterior, junto con una recuperación de la inversión es previsible esperar un crecimiento del PIB por encima del 2,0% a partir de 2016”. Y si mañana me levanto y he crecido 50 cm me voy a jugar con los Lakers.
Y una nota personal para el Director del IEF. Es práctica común entre los economistas y los investigadores hacer referencia a las fuentes de donde surgen las ideas que expresamos en los textos. Por eso de no atribuirnos lo que no nos corresponde. En ese sentido me extraña que cuando hace su propuesta de un Plan Marshall para Europa no haga referencia a dónde formuló esa idea por primera vez: el blog de la Economía según Sun Tzu en noviembre de 2011. Más que nada porque no era el único autor de ese post.
© José L. Calvo