viernes, 12 de febrero de 2016

Economía del Chupa Chups. Un modelo financiero sin cimientos

¿Han intentado alguna vez poner en pie un Chupa Chups apoyándose en el palito? La física deja claro que es prácticamente imposible que sobre una superficie muy reducida, la base del palo, pueda sostener una bola de caramelo cuyo peso es muy superior. Pues aunque no lo crean, esa es justamente la situación del actual sistema financiero internacional. Por eso es lógico el miedo a una nueva recesión.
En la película La Gran Apuesta la cantante Selena Gómez y Richard Thaler explican perfectamente la situación del sistema financiero: Selena apuesta 10 millones de dólares en la mesa de blackJack a una mano que tiene altas probabilidades de ser ganadora; otra persona apuesta a que Selena ganará la mano; una tercera persona apuesta a que la segunda, es decir, la que ha apostado a que Selena ganará, también ganará… y así siguen creciendo las apuestas, de forma que ante una mano de 10 millones lo que realmente hay apostado alrededor puede ser de miles o cientos de miles de millones de dólares. Eso es lo que hacen los CDOs sintéticos, los CoCos y muchos de los activos financieros en circulación. Dicho en términos sencillos, sobre un contrato base –por ejemplo, una hipoteca-, se sustentan una pléyade de “productos financieros” que suponen miles de millones de euros.
Cuando el croupier saca su carta y obtiene una puntuación mejor que la de Selena y gana la mano no sólo esta ha perdido sus 10 millones, sino que muchas, muchísimos fondos de inversión, planes de pensiones, etc. deberían perder el suyo.
Y ahora es cuando viene el segundo truco de esta crisis. Como esos grandes inversores que están a punto de perder su dinero son los que realmente mueven no solo la economía mundial sino también la política internacional, exigen a los gobiernos que hagan lo imposible para no verse afectados. Que lo sufran el resto de los ciudadanos, que pierdan sus empleos, sus casas, su forma de ganarse la vida, etc. que provoquen una recesión mundial es un daño colateral asumible mientras ellos puedan seguir bañándose en bañeras de oro, puedan contratar las putas más lujosas y sigan siendo unos winners. Por no decir nada de los grandes bancos too big to fail aprovechándose del riesgo moral.
Por eso no es extraño que esté corriendo como la pólvora una revolución contra las castas, desde Grecia a España pasando por el candidato demócrata en Estados Unidos Berni Sanders. Después de más de 7 años de crisis los ciudadanos están hastiados –por decirlo finamente, hasta los h. sería más preciso- de unos políticos que sólo han sacado “la artillera” para defender a los bancos y lo han hecho a costa de sus ciudadanos. Y todo para ver cómo el sistema financiero no ha aprendido nada, que vuelve a las andadas, que reclama la desregulación; que sigue intentando hacernos creer que es posible poner de pies un Chupa Chups sobre su palito.
El futuro pinta oscuro. Es más que probable la llegada de una nueva crisis. Porque cuando el sistema financiero tuvo que corregir su actuación no lo hizo, aunque se le inyectase dinero público sacado de nuestros impuestos en el mejor de los casos y de los empleos de muchos; porque los políticos que deberían imponer “orden” no lo van a hacer ya que no van a actuar contra quien les financia sus campañas –Bernie Sanders es el único político que defiende al reforma de Wall Street. A nuestra casta, PP, PSOE y C’s ni les suena- .
El sistema financiero internacional carece de cimientos, y como sabían hasta los tres cerditos y el lobo, las casas sin fundamentos vuelan en cuanto sopla un poco el viento. Y se avecina un huracán.

© José L. Calvo, 2016