jueves, 10 de octubre de 2013

El enfrentamiento Norte/Sur de la UE y el juego del dictador

Ayer empecé el nuevo libro de Petros Markaris (Pan, Educación, Libertad) que dibuja  un final apocalíptico del enfrentamiento entre el Norte y el Sur de la UE: el abandono del euro el 1 de enero de 2014 de Grecia, Portugal y España y la vuelta a las antiguas monedas nacionales. El libro destila sentimientos nada favorables para nuestros hermanos del Norte, y cierto espíritu de venganza para cuando nos sea posible.
Ese sentimiento de odio/venganza se está generalizando en el Sur de la UE. Si a eso añadimos que la ultraderecha francesa es la primera fuerza política, el incremento de poder del Partido Comunista Portugués –siempre en la línea más dura posible-, la presencia en el gobierno holandés de la ultraderecha, los nuevos finlandeses… todo parece indicar que la olla europea está en ebullición y no tardará mucho en explotar.
¿Cómo es posible que la situación haya degenerado hasta ese punto?, ¿cómo se han ido generando estos odios soterrados que cada vez con más probabilidad pueden acabar con la UE? La Economía del Comportamiento tiene una explicación en el denominado Juego del Dictador.
Les pongo en antecedentes. En este juego a un individuo –el dictador- se le asigna una cantidad de dinero (10€) que debe repartir con otra persona. Y si bien la Teoría Económica tradicional establece que la opción que maximiza la utilidad del dictador es la (10,0), no dar nada, en los experimentos realizados las opciones varían entre el (7,3) y el (5,5).
Una versión de este juego consiste en darle al jugador 2 la opción de aceptar o no la distribución. Es decir, que si el jugador 2 considera injusta la cuantía asignada por el dictador puede rechazarla y en ese caso ninguno de los dos obtiene nada. La Teoría Económica predice que un individuo racional aceptaría cualquier cantidad positiva, pero nuevamente la realidad es tozuda y en general se rechazan ofertas inferiores a 3€.
Volvamos a la UE y veamos cómo ha funcionado este juego. Los países del Norte han empleado la estrategia racionalizadora, pensando tan solo en sus propios intereses –los rescates están destinados básicamente a los bancos propios, cuyos intereses están enterrados  en esos países. Los ciudadanos del Sur no se han beneficiado de esos rescates financieros, sino todo lo contrario, los estamos pagando con recortes, pobreza, pérdida de derechos y calidad de vida…-. Si además agregamos que lo han hecho con tal arrogancia, con ese espíritu tan calvinista del castigo al pecado, dejando tan claro que ellos son los virtuosos y nosotros los holgazanes, es normal que los ciudadanos del Sur, como el jugador 2, hayamos rechazado la oferta de ayuda porque nos consideramos vilipendiados.
El resultado es como el de la variante del juego del dictador: todos a la mierda.

© José L. Calvo

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