Mañana 14 de noviembre se celebra en España una huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios bajo un lema cuando menos impreciso: hay culpables, hay soluciones. A mí estas frases me recuerdan aquel famoso monólogo de Gila cuando decía aquello de alguien ha matado a alguien. Pero ¿quién y cómo?
Los convocantes y aquellos que acudirán a la convocatoria vuelven a llevar a cabo una práctica nacional muy extendida: echar la culpa a otros y no mirarse a sí mismos. Es cierto que los bancos concedieron créditos sin sentido, que, como muchos de ellos afirman ahora, facilitaron la adquisición de viviendas a personas que por su capacidad de pago no deberían haber tenido nunca un piso en propiedad, pero ¿por qué decidieron aceptar los créditos?, ¿por qué se lanzaron a esa vorágine consumista? Nadie les puso una pistola en el pecho. Así que todos y cada uno de nosotros también deberíamos asumir una parte de culpa.
Y ¿qué decir de los sindicatos y los partidos políticos convocantes? ¿Nadie se acuerda ya de las frases de ese presidente del gobierno que pasará a la Historia por su ineptitud y que decía que íbamos a sobrepasar a Alemania en renta per cápita, que estábamos en la Championsleague de Europa…? ¿Los convocantes del PSOE forman parte de ese mismo partido? ¿No son los sindicatos convocantes los mismos que fomentaron la inversión de la pirámide salarial y propiciaron que un peón de albañil ganase más que un médico o un profesor? ¿Son los sindicatos que aprobaron –dando la callada por respuesta- la reducción de los salarios públicos a la espera de que estos pagasen la crisis cuando nunca disfrutaron de la época de bonanza? La izquierda en pleno debería hacer un análisis de conciencia pública de su actuación en el período 1993-2008 antes de convocar nada.
En cuanto a las soluciones, más de lo mismo. Hay soluciones pero ¿cuáles? ¿Incrementar el gasto público? La educación y sanidad pública y gratuita? Perfecto. Yo lo comparto, pero ¿cómo se pagan los servicios públicos? ¿De dónde debe salir el dinero que financie la sanidad, la educación…? Porque no es maná, porque cada euro que se gasta en servicios o inversión pública sale de los bolsillos de los contribuyentes. Señores de los sindicatos y los partidos de izquierda, hagan una propuesta realista de política fiscal –ingresos y gastos-, pero no sigan tirando con pólvora del rey. Es muy fácil decir que hay soluciones, pero ¿cómo se pagan?
Menos quejarse y más arrimar el hombro. Menos demagogia y más realismo. Sigamos el ejemplo estadounidense: después del día de las elecciones los republicanos se pusieron al servicio de la administración Obama para sacar el país adelante. Yo, mañana, iré a trabajar para ayudar a levantar mi país.
Los convocantes y aquellos que acudirán a la convocatoria vuelven a llevar a cabo una práctica nacional muy extendida: echar la culpa a otros y no mirarse a sí mismos. Es cierto que los bancos concedieron créditos sin sentido, que, como muchos de ellos afirman ahora, facilitaron la adquisición de viviendas a personas que por su capacidad de pago no deberían haber tenido nunca un piso en propiedad, pero ¿por qué decidieron aceptar los créditos?, ¿por qué se lanzaron a esa vorágine consumista? Nadie les puso una pistola en el pecho. Así que todos y cada uno de nosotros también deberíamos asumir una parte de culpa.
Y ¿qué decir de los sindicatos y los partidos políticos convocantes? ¿Nadie se acuerda ya de las frases de ese presidente del gobierno que pasará a la Historia por su ineptitud y que decía que íbamos a sobrepasar a Alemania en renta per cápita, que estábamos en la Championsleague de Europa…? ¿Los convocantes del PSOE forman parte de ese mismo partido? ¿No son los sindicatos convocantes los mismos que fomentaron la inversión de la pirámide salarial y propiciaron que un peón de albañil ganase más que un médico o un profesor? ¿Son los sindicatos que aprobaron –dando la callada por respuesta- la reducción de los salarios públicos a la espera de que estos pagasen la crisis cuando nunca disfrutaron de la época de bonanza? La izquierda en pleno debería hacer un análisis de conciencia pública de su actuación en el período 1993-2008 antes de convocar nada.
En cuanto a las soluciones, más de lo mismo. Hay soluciones pero ¿cuáles? ¿Incrementar el gasto público? La educación y sanidad pública y gratuita? Perfecto. Yo lo comparto, pero ¿cómo se pagan los servicios públicos? ¿De dónde debe salir el dinero que financie la sanidad, la educación…? Porque no es maná, porque cada euro que se gasta en servicios o inversión pública sale de los bolsillos de los contribuyentes. Señores de los sindicatos y los partidos de izquierda, hagan una propuesta realista de política fiscal –ingresos y gastos-, pero no sigan tirando con pólvora del rey. Es muy fácil decir que hay soluciones, pero ¿cómo se pagan?
Menos quejarse y más arrimar el hombro. Menos demagogia y más realismo. Sigamos el ejemplo estadounidense: después del día de las elecciones los republicanos se pusieron al servicio de la administración Obama para sacar el país adelante. Yo, mañana, iré a trabajar para ayudar a levantar mi país.
© José L. Calvo
Estimado ex-profesor, creo que tiene razón en lo de que cada cual asuma sus responsabilidades y que no se culpe a los profesionales "bienintencionados" del sector financiero. Yo voy a hacer una propuesta para que se repartan pistolas y rifles a todo aquel que las quiera, eso sí, "solo para su autoprotección", y si alguien las usa para otras cosas, que arregle cuentas con las justicia por su cuenta sin involucrar a otros.
ResponderEliminarPd.1- Creo que se le ha ido la pinza, y además, hágase mirar la pierna derecha porque "cojea".
Pd.2- Si con ir a trabajar un día de huelga para "levantar el país" consigue algó, háganoslo saber al resto para felicitarle. Nosotros no vamos sólo ese día, vamos también el resto.
Estimado ex-alumno,
EliminarCreo que su actitud lo dice todo de usted. Afirmar que tan solo voy a trabajar el día 15, como hace en su postdata 2,es simplemente una calumnia. Si ha sido alumno mío, como afirma, habrá podido contactar conmigo siempre que lo ha deseado.
En mi concepción de ser de izquierdas no cabe el insulto.
Un saludo
José L. Calvo
Estimado ex-profesor, creo que no ha entendido bien mi postdata 2. Lo que he querido decir no es que usted sólo vaya a trabajar 1 día, y además, no pongo en duda, ni se me ocurriría, su esfuerzo diario, por lo que si ha entendido mal mi comentario, vayan mi rectificación y disculpas por este mal entendido. Lo único que he querido decir es que trabajar expresamente el día de huelga no va a solucionar gran cosa. Creo que, quitando a los que trabajan poco, que, casualidades de la vida, suelen ser un mayor porcentaje entre los que se quejan de "lo poco que trabajan los demás" que a la inversa, la gran mayoría de los españoles trabajamos bastante y bien, con lo que las posibles pérdidas de un día se pueden compensar con el resto perfectamente, salvo en contados casos. Otra cosa es como se trabaje en España, es decir, lo que hayan invertido las empresas en formación y capital, que como usted sabrá, no depende de la clase obrera, y que tiene también una gran influencia en la productividad y competitividad, y consecuentemente en ese esfuerzo titánico que hacemos, los que tenemos la fortuna de poder hacerlo, de "levantar el país". Y para acabar, como ya habrá tenido ocasión de escuchar en los medios de derechas, el insulto acostumbra a utilizarlo precisamente la derecha, con lo que creo acertada su concepción de las izquierdas "sin insultos", pero aún así, más que de izquierdas, procuro ser honesto, sobre todo conmigo mismo y procuro acostarme todos los días con la conciencia tranquila (esto último no tiene ninguna connotación especial). Un saludo,
ResponderEliminarJ. Carlos