In memoriam de Moisés Ciriano
Parece que últimamente son muchos
los que se suman al título original de este blog y utilizan el sentido común
para aproximarse a la economía. Desde el vídeo protagonizado por los hermanos
Isidro y Moisés Ciriano, fallecido este último hoy, pasando por el
precioso artículo de Luis Garicano en El País del 12 de noviembre (Son las matemáticas estúpido) España comienza a abandonar las grandes soflamas carentes de contenido y la
racionalidad se abre un hueco.
Me gustaría contribuir con un
granito de arena adicional, mostrándoles las diferencias entre las dos grandes
áreas de la economía y su significado. Desde prácticamente el comienzo de la
Economía como ciencia (si alguna vez lo ha sido) se diferenciaron dos grandes
áreas: La Macroeconomía y la Microeconomía.
La Macroeconomía se enfrenta a
los retos económicos globales de la sociedad, desde una perspectiva
agregada. No se desciende a los problemas individuales sino que todos somos agrupados
en un conjunto y las decisiones se toman sobre ese agregado denominado España, Unión Europea... Es como tener una vista de pájaro de los
problemas de la sociedad. Así, en Macro hablamos del paro, el sistema
financiero, el déficit público… En la Macroeconomía es donde más fácilmente se
puede introducir la demagogia.
Por el contrario, la
Microeconomía desciende a pie de calle. Analiza el comportamiento de
los agentes económicos, los individuos y las empresas. Por decirlo de forma
sencilla, en Microeconomía no se habla del paro, sino de por qué Ignacio Martínez no
encuentra trabajo, ni del sistema financiero, sino de por
qué la empresa familiar Fernández tiene tantas dificultades para obtener un
crédito. Además, cuando un alumno asiste a su primera clase de Microeconomía
solemos recibirle con la misma frase en la pizarra: la economía es la ciencia de la
asignación de recursos escasos. Dicho en Román paladín, si quieres gastar más en algo tienes que
quitarlo de otro lado.
Para que entiendan la diferencia
un ejemplo. Desde el punto de vista macroeconómico se puede decir que hay
que incrementar el gasto público, que la sanidad o la educación deben ser
públicas y gratuitas, que hay que reducir el paro…;
desde la perspectiva micro la pregunta es sencilla: si incrementamos el gasto
en sanidad o educación, ¿quién deberá pagar los nuevos impuestos que habrá que
introducir?, ¿o de dónde quitamos recursos para podérselos dedicar?.
Como ya les anticipaba, la Macroeconomía permite brindis al sol;
los microeconomistas somos más prosaicos.
Por eso mismo, cada vez que un
político, un sindicalista o el ministro de turno lancen al aire una
propuesta macroeconómica háganse la pregunta que nos hacemos los economistas
del sentido común: esto ¿quién lo paga?
©
José L. Calvo
Estimado Jorge Juan,
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo. Yo incluso he propuesto la supresión del 90% del Ejército, la eliminación de CC.AA.... Pero eso es justo lo importante, hacer propuestas y no brindis al sol.
Un saludo
José L. Calvo
Hola,
ResponderEliminarlo que ustedes comentan está bien, y no estoy en contra, pero creo que no es lo que más necesita España. Yo, más bien me considero centralista, apoyo lo de eliminar CCAA (pienso que con un gobierno central, diputaciones y ayuntamientos (fusionando los pequeños) se ahorraría gran cosa, pero NO ES POSIBLE, porque la política lo tiene infectado todo.
Creo que existe una solución factible, fácil y rápida, ante la cual nadie podría quejarse (al menos públicamente): EVITAR EL FRAUDE, y no me refiero a regularizar casi gratis el dinero negro como se ha hecho hasta ahora. Para ello, creo que se podría hacer lo siguiente, es muy muy sencillo:
PLAN ANTIFRAUDE EMPRESAS) El IVA, todos sabemos que pagamos el IVA en bares, restaurantes, farmacias, etc... y no nos dan ni factura, ni las pedimos porque no nos sirven. Una medida clara sería la que ha puesto en marcha Portugal, es decir, que la gente pida facturas y luego se puedan desgravar. Cruzando datos informáticamente, se podría ver si las empresas no declaran facturas si presentadas por particulares, y habría sanciones. Por ello, las empresas tendrían que declarar todo el iva que se recauda. Para esto sólo hace falta crear un sistema informático y de numeración de facturas claras (ej: cada factura su numeración empiece por el codigo postal de la empresa, año natural y número de factura de dicho año: 2808020120001382)
PLAN ANTIFRAUDE EMPLEADOS) Reciclando a (¿10.000?) funcionarios como inspectores, y dotandoles de medios (cámaras, micrófonos, y demás material para demostrar el fraude, con apoyo de notarios si hace falta), permitiría acabar con el fraude, y que 1 ó 2 millones de personas pasara de trabajar en negro y cobrar el paro, a trabajar legalmente,cotizar, y no cobrar el paro.
Numéricamente: supongamos 1 millón de personas que trabaja en negro (hay más) y de las cuales 500.000 cobra el paro (pongamos 800€) y 250.000 cobran los 426 euros. Este gasto sería de: 500.000*800+250.000*426=506.5 millones de euros/mes,6.100 millones de euros/año. Si pasaran a cotizar, digamos 300 euros/persona, tendríamos 300 millones de euros/mes, 3.600 millones de euros/año. => Casi 10.000 millones por este tema
PLAN ANTIFRAUDE DINERO NEGRO) Esto es lo más sencillo pero necesita del consenso de la UEM: cambiar la coloración y forma de billetes, forzando a los poseedores a regularizarlos dentro de un plazo, con una penalización alta, al menos un 25% o 30% (frente al 10% de la última ley anti-fraude.
TODO ESTO permitiria solucionar casi de forma total gran parte del problema, e incluso dar ayuda a la gente necesitada. Así, por ejemplo, se podria dar un subsidio de digamos ¿400 euros? a los parados "de larga duración" siempre y cuando cumplan 2 condiciones:
1) Si cometen delitos y se les condena se les elimina dicho subsidio de por vida (esto reduciría drásticamente la violencia, robos, etc.).
2) Si se les pilla trabajando en negro, se les elimina dicho subsidio de por vida y además se les penaliza con 2 años de cotizaciones a la SS para contabilizar en su futura pensión.
Son 3 planes antifraude fáciles, ante los que nadie se puede oponer públicamente, que se pueden hacer, pero hay que querer.
Estimado Raúl,
EliminarEl tema del fraude es uno de los fundamentales en nuestra economía. El problema es que la sociedad ve al defraudador como un tipo listo y no como un ladrón que nos roba a todos. Eso debe cambiar en la mentalidad de los españoles.
Pero estoy plenamente de acuerdo con usted. Y no dude que intentaré hacer llegar su propuesta a alguien con capacidad no sé si de ponerla en práctica pero sí desde luego de discutirla con los que pueden.
Un saludo
José L. Calvo
Hola Jose Luis,
ResponderEliminarpues yo le he dado muchas vueltas al tema de la crisis actual (paro, déficit), y creo que la única opción clara de solucionar el tema es por esta vía.
Lo de reducir administración, optimizar recursos, etc. está muy bien (de hecho estoy de acuerdo), pero reconozco que es inviable, ya que ni siquiera es posible aplicar sentencias judiciales del TS.
Lo del fraude tiene la ventaja de que es la única medida que realmente no puede ser criticada públicamente por nadie. Y efectivamente, en España lo de defraudar se ve (o se ha visto bien), pero está demostrado que la población es fácilmente influenciable por los medios de comunicación, y si se llevaran a cabo las medidas que comenté anteriormente, unidas al hecho de que se explique que ello va a permitir llevar a cabo medidas sociales, etc. se podría hacer sin oposición social.
Saludos,
Raúl