Hoy el Congreso debatía la iniciativa legislativa popular (ILP) que propone discutir la dación en pago como método de resolver las deudas hipotecarias de personas de buena fe a las que, por muy diversas razones pero fundamentalmente por haber perdido su medio de vida, les han desahuciado. La ILP ha recogido cerca de 1,5 millones de firmas, de las que me siento orgulloso de forma parte. A esta hora el Congreso ha aceptado su tramitación, con un cambio de orientación del voto del PP que pone sobre la mesa no su buena voluntad sino el reconocimiento de que es imposible seguir aislado completamente del sentir de la ciudadanía.
No voy a discutir la conveniencia de la medida para atajar un problema social –hoy se ha suicidado una pareja de jubilados desahuciada-, su justificación en la corresponsabilidad comprador/financiador, ni siquiera los argumentos que desde la banca se han dado de que la dación en pago pueda convertirse en un coladero –lo que presupone mala fe. Se cree el ladrón…- , simplemente quiero poner unos sencillos datos sobre la mesa.
Si como dicen los voceros populares “tan solo” se producen 2.500 desalojos anuales de personas que entrarían dentro de los criterios de la dación, el coste de esta medida es mínimo. Supongamos que el valor medio de la hipoteca de la familia que ejerce la opción de la dación es de 100.000€ y que el valor que va a recuperar el banco tras su venta es del 50%, entonces los 2.500 casos supondrían 125 millones de euros anuales. Coste que perfectamente podría asumir el estado, sobre todo si lo comparamos con los más de 60.000 millones que nos lleva costada la mala gestión de los consejeros –de todos los colores políticos e incluso de los sindicatos- de Bankia, la CAM, el Banco de Valencia…. Incluso puedo proponer un sistema rápido y sencillo para recaudar esa cantidad: que el ministro Montoro deje actuar libremente a los inspectores de Hacienda, que ya verán como descubren muchos Bárcenas y Urdangarines.
Después de meses de crisis, de semanas de corrupción, hoy es un día para celebrar. Enhorabuena a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
No voy a discutir la conveniencia de la medida para atajar un problema social –hoy se ha suicidado una pareja de jubilados desahuciada-, su justificación en la corresponsabilidad comprador/financiador, ni siquiera los argumentos que desde la banca se han dado de que la dación en pago pueda convertirse en un coladero –lo que presupone mala fe. Se cree el ladrón…- , simplemente quiero poner unos sencillos datos sobre la mesa.
Si como dicen los voceros populares “tan solo” se producen 2.500 desalojos anuales de personas que entrarían dentro de los criterios de la dación, el coste de esta medida es mínimo. Supongamos que el valor medio de la hipoteca de la familia que ejerce la opción de la dación es de 100.000€ y que el valor que va a recuperar el banco tras su venta es del 50%, entonces los 2.500 casos supondrían 125 millones de euros anuales. Coste que perfectamente podría asumir el estado, sobre todo si lo comparamos con los más de 60.000 millones que nos lleva costada la mala gestión de los consejeros –de todos los colores políticos e incluso de los sindicatos- de Bankia, la CAM, el Banco de Valencia…. Incluso puedo proponer un sistema rápido y sencillo para recaudar esa cantidad: que el ministro Montoro deje actuar libremente a los inspectores de Hacienda, que ya verán como descubren muchos Bárcenas y Urdangarines.
Después de meses de crisis, de semanas de corrupción, hoy es un día para celebrar. Enhorabuena a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
© José L. Calvo