lunes, 4 de abril de 2016

Políticos españoles y el método anticientífico

Como profesor lo primero que le exijo a mis alumnos cuando me proponen un trabajo de investigación es que no pueden hacer ninguna afirmación si no está basada en hechos y sustentada por datos. Los discursos vanos, las soflamas no tienen cabida en la Economía ni en ninguna ciencia seria. Si se afirma algo hay que contrastarlo con la realidad, ponerle números y ver si es posible.
Esto, que parece lógico y es el método científico aplicado a la Economía como señalaba G. Becker, es permanentemente incumplido por nuestros políticos. Por eso me da pánico pensar en lo que puede suceder y en las propuestas que vamos a escuchar en estas escasas semanas que quedan para obtener un pacto de gobierno antes de que se celebren nuevas elecciones. Por un lado, por la necesidad de Pedro Sánchez de alcanzar un acuerdo ya que en caso contrario tiene todas las papeletas para dejar de ser Secretario general del PSOE; y en segundo lugar porque de Podemos es posible esperar cualquier “boutade populista”.
Y que conste que creo que los cargos de Podemos actúan de buena fe. Pero desconfió de su conocimiento de las instituciones y de cómo funciona un estado democrático donde la ley se impone a las órdenes –no somos bolivarianos- Dos ejemplos magníficos los tenemos en el artículo publicado ayer por El Confidencial y el choque que se está produciendo entre los deseos de Ahora Madrid y la realidad de su capacidad de actuación. No es que los funcionarios estén torpedeando la actuación del equipo de Carmena –alguno habrá, pero no es la tónica general ni mucho menos-, es que existe una realidad, un ordenamiento jurídico que hay que cumplir. Por otro lado la actuación del alcalde de Cádiz, Kichi, ante el desalojo de una familia  -la imagen de esa mujer diciéndole al alcalde “quita la crisis Kichi” es la mejor expresión de lo que prometió Podemos y no puede cumplir. De esa desconexión entre promesas y realidad cumplible-. Estoy seguro de su malestar ante la situación de esta pareja, de que a título personal habría hecho lo posible y lo imposible para ayudarles. Pero como alcalde está limitado por sus atribuciones. Incluso aunque hubiera querido resolver su problema el funcionario de turno le habría tenido que explicar que hay una lista de espera, que el ayuntamiento tiene una capacidad de actuación limitada y que si quiere saltarse ambos va a incumplir la ley.
Por eso mi recomendación a los negociadores del Gobierno del cambio es la siguiente: cojan un cuaderno y ábranlo por la mitad; en el lado izquierdo escriban en letras mayúsculas PROPUESTAS; en el lado derecho FINANCIACIÓN; anoten en la izquierda todas las magníficas ideas que se les ocurran para salvar al país y a sus ciudadanos y a la derecha cómo las van a pagar. Y ahora lo más importante: ni una sola propuesta sin el dinero que la va a financiar. Y no valen términos abstractos como “lucha contra la corrupción”, “impuestos a los ricos”, etc. dinero contante y sonante.
Un ejemplo. Si Podemos solicita una renta básica, una renta de ciudadanía de por ejemplo 400€ para los mayores de 16 años entonces habría que apuntar en PROPUESTAS 400*12*38.489,6 @ 185.000 millones de euros al año. Ahora habría que anotar en FINANCIACIÓN de dónde van a salir esos millones, por ejemplo 20.000 millones de eliminación de las Diputaciones… Sólo cuando hubiese en FINANCIACIÓN 185.000 millones sería aceptada la renta básica.
Una última cosa. Cualquier gobierno que salga de esas negociaciones tendrá que enfrentarse, al día siguiente de su constitución, a una demanda de la UE de reducción del déficit de, por lo menos, 25.000 millones de euros. Así que antes de empezar a hablar deberían anotar en FINANCIACIÓN esos 25.000 millones. Para que no haya sustos posteriores.
© José L. Calvo, 2016

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