Cada cierto
tiempo pasa por mi calle el afilador con su sonido
característico y me retrotrae a mi niñez, a esa época en la que los cuchillos y
las tijeras se afilaban. Lo mismo me
sucede cuando veo a mi tío tan mayor y le recuerdo los jueves en la plaza del
ganado hablando y tomando vinos con los tratantes para luego llevar las
vacas al herrero. Son profesiones que los cambios técnicos y
económicos han hecho desaparecer sin que prácticamente
nos diésemos cuenta de que ya no estaban ahí.
En
los últimos cincuenta años se ha producido una auténtica revolución tecnológica
de
tanto calado como fue la Revolución Industrial. Aunque nos pueda
parecer mentira el
primer mensaje por internet se mandó el 29 de octubre de 1969; la
primera llamada desde un móvil fue en 1973; el Apple I se presentó en 1976; Facebook comenzó a funcionar en 2004, etc. Todo ello supone que
algunos de nosotros hemos conocido la España analógica y vivimos en la España
digital.
Pero no todos se
han percatado del giro radical que ha dado la tecnología y por extensión la economía
y la sociedad española. Los dos grandes partidos políticos, por
ejemplo, están pagando en las urnas no haber evolucionado nada en los casi
cuarenta años de democracia. Tanto su estrategia como su discurso o su look siguen siendo los mismos que cuando
se presentaron por primera vez: poco diferencia a Rajoy de Fraga o Aznar o
a Ken-Sánchez de González o Zapatero, salvo la inteligencia, aunque en algún caso no
sabría para qué lado decantarme. Y esto no solo ha pasado en España: en EE.UU.
se enfrentan por la presidencia un payaso que sabe que el mundo ha cambiado
sustancialmente, tanto como su discurso, contra una aristócrata de la vieja
política que cree que todo es como cuando gobernó su fiel marido. Mucho me temo
que va a ganar el payaso.
Los
sindicatos son otro ejemplo de política analógica en un mundo digital.
Siguen pensando y diseñando su estrategia basándose en el modelo de la clase obrera fabril del
siglo pasado. El Fordismo. Pero eso nada tiene que ver con el modelo productivo
actual, basado en empresas de mucho menor tamaño y, sobre todo, en trabajadores
independientes muchos de los cuales trabajan incluso desde su domicilio sin
contacto con sus compañeros.
Podemos
sí ha entendido el cambio: primero con la utilización,
por primera vez en la historia de España, de las redes sociales en las
elecciones europeas; después siendo capaz de canalizar el descontento de una
sociedad que se ha visto transformada muy a su pesar, como ocurrió con el ludismo. Su mensaje cala en una sociedad en la que los jóvenes
tienen un futuro que nada tiene que ver con el de sus padres o el que les
prometieron; con una tasa de paro muy elevada no solo producto de la crisis
financiera de 2007 sino también del desajuste entre un modelo salarial
analógico en un mundo digital. Por eso, porque ellos están proyectados
hacia el futuro frente a unos partidos que miran hacia el pasado creo
que Podemos tiene muchas posibilidades de estar en el próximo gobierno de
España -otra cosa es su capacidad de actuación-.
El último
ejemplo de ese desajuste analógico/digital lo he visto esta misma mañana a las
puertas de la Universidad: el PAS (personal de administración y servicios)
protestando enfurecidos porque están viendo recortados sus privilegios, lanzando
a los alumnos contra el profesorado en un vano intento de encontrar un culpable
del paso del tiempo y de la obligatoria adaptación de la UNED al nuevo mundo
tecnológico: lo que antes hacían 20 administrativos hoy se resuelve con 2 y un
programa informático. Son redundantes les guste o no. Más
aún en una universidad cuyo ratio profesor/administrativo es de 1/1 frente a
ratios de 7/1 e incluso de 9/1 de otras universidades españolas y que debe
hacer ajustes económicos importantes. Me recordaban los sucesos de
Alcoy de 1821. (la
lucha de clases entre gestores y
profesores que se está produciendo en todas las universidades la dejo para otro post. Pero solo señalar que
hay gestores con sueldo de director general y productividades de
25.000€/anuales en convenio frente a profesores doctores con sueldos de
600€/mes).
Los españoles
deberíamos ser conscientes de esta revolución tecnológica no solo para estar
colgados de nuestro móvil sino para apreciar sus consecuencias en nuestros
empleos. Porque la sociedad y las relaciones económico-laborales han cambiado y no van
a volver al pasado. Y cuanto antes seamos conscientes de ello mejor,
por si acaso.
© José L. Calvo, 2016
Estimado maestro Jao Quin, hay una diferencia importante entre el trabajo creativo y repetitivo. En el primero, por lo menos por ahora, no hay posibilidad de sustitución del hombre por la máquina. De hecho el progreso ha supuesto la sustitución de la repetición por la máquina y la dedicación de cada vez un mayor porcentaje de personas a la "creación", ya sea artística o técnica. Es posible que alguna máquina me sustituya en el futuro, pero no podrá poner la pasión en las clases.
ResponderEliminarPor otro lado la UNED es el vivo ejemplo de lo que digo. Yo atiendo a más de 500 personas, algo para lo que una universidad presencial necesitaría a unos 10-12 profesores.
Soy partidario de pasar los tragos "a pelo". Cambio los ansiolíticos por una buena pelea.