En tu viaje por las zonas yermas, desde el desierto hacia el oasis, te has desviado de la autopista al infierno.
El ministro de Hacienda, Sr. Montoro, ha presentado los Presupuestos Generales del Estado para 2012, que conjugan una reducción significativa del gasto con un incremento de los impuestos. Estos Presupuestos son una carretera al infierno que no solo no traerán la recuperación, el crecimiento y la generación de empleo a la economía española sino que profundizarán la recesión. El motivo es sencillo y puede verse con un ejemplo: suponga que a un enfermo cuyo principal síntoma es su debilidad se le aplica un doble tratamiento, por un lado se le pone a dieta (reducción del gasto) y por otro se le hacen sangrías (incremento de impuestos). Lo más probable es que empeore.
Pero estos Presupuestos no solo demuestran los errores que está cometiendo el gobierno español, sino los de la Unión Europea. Esta ha cometido al menos tres: en primer lugar, obligar a España a seguir la senda de la ortodoxia económica ya impuesta a Grecia, Portugal o Irlanda, cuando sus resultados en términos de recesión, desempleo e inestabilidad social ya se han visto; en segundo lugar, porque España no tiene el mismo tamaño que el resto de los PIGS, y su recesión se expandirá por el resto de Europa, haciendo caminar en el filo de la navaja al euro; finalmente, porque como se dice en nuestro país, han puesto a la zorra a guardar a las gallinas. No se puede pedir que la política de racionalización y reformas la apliquen aquellos que se deberían ver más afectados por ellas: los políticos y las grandes empresas españolas, que tienen mucho que perder ante una modernización de nuestra sociedad y economía. Por eso estos Presupuestos vuelven a incidir sobre las clases medias y salvan los recursos de los más poderosos.
Señores de Europa, deben ser conscientes de que nuestra clase política, salvo por imposición, no va a realizar los cambios necesarios para transformar la economía española desde un modelo de connivencia oligárquico/político hacia una economía de capitalismo social basada en la competitividad. Hace tiempo que España se salió de la autopista para ir hacia el infierno. Pero a este paso allí nos encontraremos todos.
Pero estos Presupuestos no solo demuestran los errores que está cometiendo el gobierno español, sino los de la Unión Europea. Esta ha cometido al menos tres: en primer lugar, obligar a España a seguir la senda de la ortodoxia económica ya impuesta a Grecia, Portugal o Irlanda, cuando sus resultados en términos de recesión, desempleo e inestabilidad social ya se han visto; en segundo lugar, porque España no tiene el mismo tamaño que el resto de los PIGS, y su recesión se expandirá por el resto de Europa, haciendo caminar en el filo de la navaja al euro; finalmente, porque como se dice en nuestro país, han puesto a la zorra a guardar a las gallinas. No se puede pedir que la política de racionalización y reformas la apliquen aquellos que se deberían ver más afectados por ellas: los políticos y las grandes empresas españolas, que tienen mucho que perder ante una modernización de nuestra sociedad y economía. Por eso estos Presupuestos vuelven a incidir sobre las clases medias y salvan los recursos de los más poderosos.
Señores de Europa, deben ser conscientes de que nuestra clase política, salvo por imposición, no va a realizar los cambios necesarios para transformar la economía española desde un modelo de connivencia oligárquico/político hacia una economía de capitalismo social basada en la competitividad. Hace tiempo que España se salió de la autopista para ir hacia el infierno. Pero a este paso allí nos encontraremos todos.
© José L. Calvo
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